Celebremos la Recuperación


Experimenta un lugar seguro

para encontrar libertad de tus

heridas, complejos y malos hábitos.

No importa tu pasado o tus creencias. Toda persona es bienvenida.



Encuentra comunidad
  y libertad de tus luchas 

Todas las personas encuentran algo bueno en Celebremos la recuperación. CR se reúne en la congregación FE los jueves por la noche. CR brinda un ambiente seguro y sanador para adultos que buscan el poder sanador de Jesús, que buscan una comunidad y buscan libertad de las cosas que han tomado el control de su vida. 

Nuestro Propósito

Puede que pienses que la recuperación es solamente para personas con adicción a las drogas y el alcoholismo, cuyas vidas parecen fuera de control. Sin embargo, no es cierto. La Biblia enseña que todas las personas tenemos adicciones en nuestra vida. El pecado es adictivo. Todas las personas hemos fracasado y hemos cometido errores. Nos hemos lastimado, hemos lastimado a otras personas, y otras personas nos han dañado.

Todas las personas necesitamos arrepentimiento y recuperación para llevar una mejor vida. Por esto, desarrollamos un programa de recuperación bíblico basado en las Bienaventuranzas de Jesús. Llamamos a este programa Celebremos la Recuperación.

Así que sin importar en qué situación te encuentres, aquí hay una buena noticia: si tu problema es emocional, financiero, relacional, espiritual, sexual o lo que sea, Dios quiere ayudarte.

Isaías 57:18-19, dice que Dios ve con misericordia los errores de su pueblo. No para castigarlo, sino para sanarlo, guiarlo, ayudarlo y consolarlo en su sufrimiento. Esto quiere decir que Dios te conoce, sabe de dónde vienes, cuál es tu situación hoy y dónde estarás mañana.

Por lo tanto, Dios te dice:

• Si hay heridas en tu vida: “Quiero sanarte”.
• Si hay confusión en tu vida: “Quiero guiarte”.
• Si te sientes incapaz de cambiar: “Quiero ayudarte”.
• Si sientes que nadie entiende tu problema: “Quiero consolarte”.
• Si en tu vida hay preocupación o angustia: “Quiero darte mi paz”.

La realidad es que no podrás mejorar por ti mismo. Las tentaciones que persisten deben tratarse en equipo mediante un esfuerzo comunitario. Necesitamos de otras personas. Tratar de arreglar los problemas por tu cuenta sólo hará que empeoren. Sin embargo, hay esperanza. Dios está listo y esperando para ayudarte, si lo dejas.

Nos llena de entusiasmo que estés empezando este viaje hacia la recuperación.  Tu vida cambiará. Experimentarás la liberación de tus heridas, complejos y hábitos pecaminosos a medida que sueltas el control y lo entregas a Dios y permites que Jesús sea el Señor en cada área de tu vida.

Hasta le fecha, miles de personas con heridas han participado en Celebremos la Recuperación, y han experimentado un enfoque bíblicamente equilibrado para el arrepentimiento y la recuperación.

¡Te damos la bienvenida a Celebremos la Recuperación!

Camino a la RECUPERACIÓN

Ocho principios basados en las Bienaventuranzas

1. Reconozco que no soy Dios. Admito que no tengo poder para controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable. 

  “Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:3)

2. En una forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que Él tiene el poder para ayudarme en mi recuperación. 

  “Dichosos los que lloran, porque serán consolados.” (Mateo 5:4)

3. Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo. 

  “Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.” (Mateo 5:5) 

4. Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en quien confío. 

  “Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.” (Mateo 5:8)

5. Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a Él y con humildad le pido que remueva mis defectos de carácter. 

  “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.” (Mateo 5:6) 

6. Evalúo todas mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han hecho daño y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto si cuando al hacerlo les dañara a ellos o a otros. 

  “Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.” (Mateo 5:7) 

  “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:9)

7. Reservo un tiempo diario con Dios para una autoevaluación, lectura de la Biblia y oración con el fin de conocer a Dios y Su voluntad para mi vida y obtener el poder para seguirla. 

8. Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto con mi ejemplo como con mis palabras. 

  “Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:10)